domingo, 15 de mayo de 2011

Mapa Europa finales del siglo XIX



El desarrollo industrial de Europa se encuentra en crisis a finales del siglo XIX. Es el periodo conocido como la «gran depresión», que hará tambalear las economías europeas industrializadas de finales de siglo. Para tratar de superar esta crisis, los países industrializados de Europa buscarán en todo el mundo mercados privilegiados y zonas que les abastezcan de materias primas a precios baratos. Se crea, así, una tensión entre el liberalismo, que propugna la libertad de comercio, y el nacionalismo, que pretende proteger los mercados.
Este es, también, un periodo de crecimiento demográfico, que se caracteriza por ser el inicio de la transición demográfica o, incluso, su fase de mayor crecimiento. Uno de los recursos para la superpoblación y el paro será la emigración a las colonias.
Otra de las características de la época es el desarrollo de los transportes. Se comienzan a construir trenes, barcos de vapor, etc. La marina recibe un importante impulso, gracias al desarrollo de la marina de guerra. Otros progresos técnicos, aportados por la industria, facilitarán, técnicamente, los viajes y la exploración del mundo, que se convierte, en esta época, en todo un reto internacional.
A finales del siglo XIX, Europa se encuentra metida en una carrera por el dominio del mundo, y por el predominio en el continente. Surgen, en esta época, los pannacionalismos, en los que las naciones se definen por la creación de un Estado y el dominio de un territorio. Este tipo de nacionalismos pretenden conquistar una amplia zona de territorio donde, se supone, que hay población asimilable a su nación. Aunque en última instancia las naciones no se crearán con estos criterios. Las naciones europeas, de la época, afirmarán el poder del Estado conquistando territorios. Cuanto más grande es el territorio conquistado mayor es el prestigio de la nación. Un gran Estado debe estar presente en todo el mundo.
La colonización se iniciará por la conquista militar con los enclaves que cada metrópoli tiene en la costa. Las expediciones científicas y las sociedades geográficas también ayudarán al progreso de la colonización, incorporando al imperio los territorios explorados. Además, son de gran importancia ideológica, ya que justifican ante la sociedad la conquista de nuevos territorios. Sin embargo, no toda la opinión pública de los países metropolitanos estará de acuerdo con la colonización de otros territorios, los grupos de izquierda serán los que se muestren más abiertamente combativos contra esta política.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Mapa Europa principio del siglo XIX

Tras la derrota de Napoleón 1814 los vencedores Rusia, Prusia, Austria e Inglaterra, fundamentalmente se reunieron en el Congreso de Viena que se deshizo con la vuelta de Napoleón (los 100 días de Napoleón) y volvió a formarse tras la batalla de Waterloo. A este congreso también asistió Francia después de restaurarse la monarquía borbónica y España como potencia de 2ª orden . este congreso se reunió con dos grandes principios el objetivo principal volver a poner otra vez a los reyes absolutistas en el trono con estos dos principios el 1º seria el principio de legitimidad que se volviera a poner en el trono a los reyes legítimos con las mismas leyes absolutistas del A.R por eso es la época de la restauración absoluta el 2º principio seria el principio de equilibrio se concreto en un reparto proporcional del territorio entre las potencias vencedoras para que no volviera a existir otro gran imperio dominador, el resultado fue un nuevo mapa de Europa con el que se pretende asegura la paz y la estabilidad en el continente y así Francia tuvo que devolver todos los territorios conquistados volviendo a las de antes de 1792 en las fronteras se crean los Estados Tapón con el fin de que una nueva revolución no pasara a los otros países estos estados fueron en el Norte en la zona de Países Bajos donde quedo incluida Bélgica y hacia el sur la región de RENANIA que se incorporo al reino de Prusia, mas abajo el reino de Suiza y mas abajo todavía el reino de Piamonte que se le dio la región de Saboya y Niza. Este reino estaba gobernado por la casa de Saboya. Por el este Rusia se engrandeció con territorios de Norte a Sur que son Finlandia, Polonia y Besarabia estas fronteras se pusieron de una manera arbitraria sin tener en cuenta la lengua o cultura de cada pueblo por el sur Austria se quedo con gran parte del territorio Italiano. Inglaterra se aseguro su poderío naval teniendo islas en todos los océanos convirtiéndose así en la 1ª potencia naval del mundo. Dos naciones quedaron sin unificarse que fueron Italia y Alemania. Italia quedo dividida en 8 estados y Alemania quedo dividida en gran cantidad de estados siendo el mas poderoso Prusia y bajo el poder del emperador de Austria. El protagonista de este congreso de Viena fue el 1º ministro de Austria METTERNICH por lo que a esta época de la historia se la conoce como Época Metternich que va a durar hasta 1848 cuando Metternich cae. También las monarquías absolutistas (Austria, Prusia y Rusia) formaron una coalición llamada la Santa Alianza bajo esta alianza se obliga a gobernar según los principios cristianos que son Absolutismo y por otro lado Cristianismo y apoyarse en la defensa del trono y del altar. Con el tiempo si se unió Inglaterra, Francia y España esta Santa Alianza duro hasta 1823 con la intervención del ejercito de los 100000 hijos de San Luis, intervención del ejercito francés para restaurar la monarquía absoluta de Fernando VII. Aparecen 3 ideas importante: Nacionalismo, Liberalismo y Democracia.

Mapa de Europa siglo XVII, después T. Utrecht

 El Tratado de Utrecht, también conocido como Paz de Utrecht o Tratados de Utrecht y Rastadt, es una serie de tratados multilaterales firmados por los países beligerantes en la Guerra de Sucesión Española entre los años 1712 y 1714 en esas ciudades de los Países Bajos y Alemania, respectivamente. Se consideran el fin de la guerra, aunque simultánea y posteriormente a su firma continuaron las hostilidades (por ejemplo, en España). En este tratado, Europa cambió su mapa político.
Tras unas conversaciones preparatorias en Londres entre Francia y Gran Bretaña, el congreso se abrió en la ciudad holandesa de Utrecht en enero de 1712. Los resultados fueron los siguientes:
1.   Armisticio de Francia y España con Gran Bretaña (agosto de 1712), seguido de los tratados de paz entre Gran Bretaña y Francia (abril de 1713) y entre Gran Bretaña y España (julio de 1713).
2.   Firma de tratados entre Francia y las Provincias Unidas, Brandeburgo,Portugal y el ducado de Saboya (julio de 1713).
3.   Firma de tratados entre España y el ducado de Saboya (julio de 1713), las Provincias Unidas (julio de 1714) y Portugal (febrero de1715).
4.   Firma de convenios comerciales entre Gran Bretaña y España (marzo y diciembre de 1714, diciembre de 1715 y mayo de 1716).
Como balance global, la serie de tratados supuso los siguientes acuerdos:§                     Gran Bretaña toma Menorca y Gibraltar, ocupadas durante la guerra (cedidas por España), Nueva Escocia (Acadia), la bahía de Hudson y Terranova (cedidas por Francia), la isla de San Cristóbal en el Mar Caribe, el asiento de negros1 (un monopolio de treinta años sobre el tráfico de esclavos negros con la América española) y el navío de permiso, así como el derecho de asiento (concedidos por España).
§                     La Casa de Saboya ve devueltas Saboya y Niza (ocupadas por Francia durante la guerra) y recibe Sicilia (cedida por España).2 Con la posesión de Sicilia recibe el título de rey que, con diversas denominaciones, tendría en adelante la casa de Saboya (primero reyes de Sicilia, luego reyes de Cerdeña y finalmente reyes de Italia).
§                     Las Provincias Unidas reciben la "barrera" flamenca (una serie de fortalezas en el norte de los Países Bajos españoles que el Imperio ayudó a financiar), cedida por Felipe V de España.
§                     Brandeburgo recibe Güeldres del Norte (cedido por el rey de España) y la "barrera" de Neuchâtel (cedida por Francia), además de su transformación en reino con el nombre de Prusia. Federico Guillermo I fue su primer rey.
§                     Portugal obtiene la devolución de la Colonia del Sacramento, ocupada por España durante la guerra.
§                     Carlos VI de Austria obtiene los Países Bajos españoles, el Milanesado, Nápoles, Flandes y Cerdeña (cedidos por el rey de España). ElArchiduque Carlos de Austria, ahora emperador, abandona cualquier reclamación del trono español en 1725.
§                     Francia reconoce la sucesión protestante en Inglaterra y se compromete a no apoyar a los pretendientes Estuardo. También se compromete a demoler las fortificaciones de Dunquerque y a cegar su puerto y obtiene definitivamente el principado de Orange (en Provenza).
§                     Felipe V (Felipe de Anjou) obtiene el reconocimiento como rey de España y de las Indias por parte de todos los países firmantes, en tanto que se establece una cláusula que prohíbe que el rey de España y el de Francia sean una misma persona.3
Además, las tropas austriacas se comprometen a evacuar las zonas de Cataluña, lo que realizan a partir del 30 de junio de 1713. Ante lo cual, la Junta General de Brazos (Brazo Eclesiástico, Brazo Militar y Brazo Real o Popular) acuerda la resistencia. A partir de este momento empezó una guerra desigual, que se prolongó durante casi catorce meses, concentrada en Barcelona, Cardona y Castellciutat, al margen de los cuerpos de fusileros dispersos por el país. El punto de inflexión será cuando las tropas felipistas rompan el sitio de Barcelona el 11 de septiembre del 1714. Mallorca, Ibiza y Formentera cayeron diez meses más tarde (11 de julio del 1715).
Sin embargo, la lucha aún seguía entre Francia y el Imperio. El tratado de paz entre ambos se firma en Rastatt en marzo de 1714. Las fronteras entre ambos vuelven a las posiciones de antes de la guerra, salvo para la ciudad de Landau in der Pfalz (en el Palatinado Renano), que queda en manos francesas. Este tratado se suele incluir también dentro de la serie de tratados de Utrecht.
El gran beneficiario de este conjunto de tratados fue Gran Bretaña que, además de sus ganancias territoriales, obtuvo cuantiosas ventajas económicas que le permitieron romper el monopolio comercial de España con sus colonias. Por encima de todo, había contenido las ambiciones territoriales y dinásticas de Luis XIV, y Francia sufrió graves dificultades económicas causadas por los grandes costes de la contienda. El equilibrio de poder terrestre en Europa quedó, pues, asegurado, mientras que en el mar, Gran Bretaña empieza a amenazar el control español en el Mediterráneo con Menorca y Gibraltar.

Mapa de Europa siglo XVII después del T. Westfalia

La  Paz de Westfalia  ha  quedado  grabada  en  la memoria  colectiva de
Europa como la que puso fin a un conflicto europeo más devastador que cual-
quiera otro antes del siglo XX. Voltaire, en Le sibcle  de Louis XIV, describe
"cette célkbre paix de Vestpahlie" como un tratado "devenu pour l'avenir  la
basse de tous les traités".' En otras palabras, esta Paz señaló el inicio de un
nuevo orden internacional en el cual el sistema europeo de estados iba a ser
regulado  en lo sucesivo  según  una serie de acuerdos políticos  forjados  a
mediados del siglo XVII y aceptados por las principales potencias europeas.
Entre estos acuerdos figuraban la aceptación internacional de la soberanía de
la República Holandesa y  de la Confederación Suiza y,  algo de la máxima
importancia, el establecimiento de una  constitución para el  Sacro Romano
Imperio. En efecto, el acuerdo de paz apartó el espectro de una monarquía
universal Habsburgo que habia atemorizado a Europa durante largo tiempo,
y confirmó el carácter del Imperio como una confederación laxa de unidades
independientes, que procurarian resolver sus diferencias mediante una serie
de elaborados procedimientos constitucionales sin recurrir a la guerra. 

Mapa del Imperio Español en época de Felipe II

Felipe II, el Prudente, nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527, hijo del emperador Carlos V y de Isabel de Portugal. Ya desde muy joven fue preparado para ser rey; de ello se encargaron Juan Martínez Silíceo y Juan de Zúñiga. Su padre también le educó y preparó en política y diplomática, dejándole como regente durante sus ausencias en 1543 y 1551.
     Asumió el trono español tras la abdicación de Carlos I en 1556 y hasta 1598 gobernó el vastísimo imperio integrado por Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, el Rosellón, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Portugal y su imperio afroasiático, toda la América descubierta y Filipinas.
     Después de viajar por Italia, los Países Bajos y ser reconocido como sucesor regio en los Estados flamencos y por las Cortes castellanas, aragonesas y navarras, se dedicó plenamente a gobernar desde la Corte madrileña con gran empeño.
     La monarquía de Felipe II se apoyaba en un gobierno de consejos, secretarios reales y una poderosa administración centralizada aunque las bancarrotas, las dificultades económicas y los problemas fiscales fueron las principales características del reinado.
      Los problemas internos del reinado de Felipe II están marcados principalmente por dos hechos: la muerte en 1568 del príncipe heredero Carlos, que había sido arrestado debido a sus contactos con los miembros de una presunta conjura sucesoria promovida por parte de la nobleza contra Felipe. La figura del secretario Antonio Pérez fue muy notoria en el Gobierno hasta que fue destituido y acusado de corrupción.
     En política exterior, el monarca se preocupó en mantener y proteger su Imperio; prueba de ello fueron los matrimonios que contrajo: se casó por primera vez con María de Portugal en 1543 y tras su muerte, con María I Tudor, reina de Inglaterra, en 1554. Su tercer matrimonio fue con la francesa Isabel de Valois en 1559 y al quedarse nuevamente viudo y sin herederos varones, se casó por cuarta vez, en 1570, con su sobrina Ana de Austria, madre del sucesor al trono español, Felipe III.
     La unidad religiosa estuvo muy presente en todos los aspectos de la vida de Felipe II, unidad de una fe que se veía amenazada por las incursiones berberiscas y turcas en las costas mediterráneas. Para hacer frente al Imperio Otomano se constituyó la llamada Liga Santa integrada por una serie de Estados como Venecia, Génova y el Papado.
     En 1565, a pesar de la victoria frente a los berberiscos en Malta, continuó la hostilidad con los otomanos. Don Juan de Austria, al mando de la flota naval, obtuvo una gran victoria, aunque no la definitiva, en la batalla de Lepanto en 1571. En el interior peninsular también se produjeron sublevaciones moriscas como, por ejemplo, en las Alpujarras granadinas.
     Durante su reinado, Felipe II tuvo que afrontar numerosos conflictos externos: España luchó con Francia por el control de Nápoles y el Milanesado; y debido al elevado gasto económico de estas pugnas, pactaron la paz en Cateau-Cambrésis en 1559.
     Las relaciones con Inglaterra y la lucha de ambos países por el control marítimo chocaron a partir de la muerte de la esposa de Felipe II, María Tudor. La hostilidad concluyó en 1588 con la derrota de la Armada Invencible, capitaneada por el duque de Medina-Sidonia, hecho que marcó el inicio del declive del poder naval español en el Atlántico.
     Tampoco pudo solucionar el conflicto político-religioso generado en los Países Bajos. Ninguno de sus gobernadores consiguió mitigar la sublevación de los Estados Generales y la definitiva emancipación de Holanda, Zelanda y el resto de las Provincias Unidas.
     A pesar de todos estos problemas, Felipe II logró un gran triunfo político al conseguir la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios, al hacer valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de Tomar. Completó la obra unificadora iniciada por los Reyes Católicos. Se apartó la nobleza de los asuntos de Estado, siendo sustituida por secretarios reales procedentes de clases medias al mismo tiempo que se dio forma definitiva al sistema de Consejos. Se impuso prerrogativas a la Iglesia, se codificaron leyes y se realizaron censos de población y riqueza económica.

Mapa de Europa S.XVI

Inglaterra estaba con Irlanda a medias y se aliaba con unos y con otros en la lucha entre los Habsburgo (Alemania) y Francia. Escocia era independiente.
Alemania estaba gobernaba por la dinastía de los Habsburgo de Austria. El imperio alemán tenía una monarquía selectiva. Así, Alemania queda enlazada con los países bajos, con España y con el norte y sur de Italia, y todo debido a matrimonios dinásticos, ya que la casa de Austria tenía la costumbre de casarse con los herederos de otras familias. Así, Maximiliano de Habsburgo se casó con María de Borgoña que era un ducado francés. Además, Maximiliano tenía los territorios heredados por los Habsburgo, o sea, Austria. También tenía derecho a Hungría, de lo que más tarde salió el imperio austro-húngaro. También hereda derechos sobre el ducado de Milán (norte de Italia) y su hijo Felipe el hermoso se casó con Juana la loca, hija de los reyes católicos: Fernando de Aragón e Isabel la católica de Castilla. De esta manera, por este matrimonio dominó toda la península ibérica, menos Portugal y Cerdeña y todo el sur de Italia. Los Habsburgo tenían una cantidad de territorios que rodeaban a Francia y eso explica que durante todo el siglo XVI, Francia luchara con los Habsburgo. Primero luchó en Alemania, luego en España, Nápoles, Milán y finalmente en los Países Bajos.
Francia era el país más poblado de toda Europa. Era el centro de atención. Se veía muy amenazado por el dominio de los Habsburgo que tenían gran cantidad de territorios.
El reino de Polonia, unido a Lituania, llegaba hasta el Mar Negro y servía como frontera entre occidente y la civilización rusa que no forma parte de occidente.
Al sur se encontraba el enorme imperio turco que había penetrado profundamente Europa. Es lo que hoy conocemos como Grecia, Albania, Yugoslavia, Rumania, Hungría y Bulgaria.
España en ese momento estaba volcada hacia América, que se descubre en 1492, y que se ocupó en su totalidad en los próximos 50 a 60 años. Ya en 1550 toda América estaba conquistada y se había dominado la población indígena, salvo Norteamérica donde los ingleses de dedicaron a explorar.
Italia estaba dividida en una cantidad de pequeños estados, como Nápoles, Milán, los Estados Pontificios que tenía como capital Roma. Venecia y Génova eran repúblicas. Italia no configuraba una unidad, estaba fraccionada en muchos estados soberanos y solo se unifica en el siglo XIX.
Así, en Europa habían poco estados. Los estados del norte no tenían ninguna participación. Se trataba de los Habsburgo contra Francia.

Mapa reinos cristianos/musulmanes Alta Edad Media

Se ha venido en denominar Reconquista al período de la historia de la Península Ibérica comprendido entre los años 718 (fecha probable de la rebelión de Pelayo) y 1492 (final del reino de Granada). Durante este largo período, reinos cristianos y musulmanes coexistieron y lucharon en el territorio peninsular.
Podemos distinguir diversas fases:
Primera etapa (siglos VIII-X)
Desde las primeras escaramuzas de importancia, como la victoria cristiana en Covadonga (722) se abre un largo período en el que los núcleos cristianos del norte consolidan su territorio y avanzan tímidamente hacia el sur. El reino asturiano alcanzó la línea del Duero en el año 910. Esto llevó a que Ordoño II (914-924) trasladara a León  el centro político del reino. A partir de entonces se comienza a hablar de reino astur-leonés, y después de reino de León.
Segunda etapa (siglos XI y primera mitad del XII)
Aprovechando la debilidad musulmana tras el fin del Califato y la disgregación de los Reinos Taifas, León y Castilla rebasan la Cordillera Central y ocupan la cuenca del Tajo. Toledo se reconquista en 1085. La ocupación del reino de Toledo significó la incorporación a su reino del territorio situado entre el Sistema Central y el río Tajo.  

Tras el freno impuesto a la reconquista por la invasión almohade, el avance hacia el sur se reactivo en los reinos orientales cuando Alfonso I de Aragón reconquistó Zaragoza en 1118 y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, conquistó Tortosa (1148) y Lérida(1149). Mientras Portugal conquistaba Lisboa en el 1147.
Tercera etapa (fines del siglo XII y principios del XIII)
Tras la interrupción del avance con la llegada de los almohades, poco a poco Castilla-León consiguió dominar el valle del Guadiana y de los pasos de Sierra Morena. Ese proceso culminó con la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), que abrió definitivamente el avance cristiano hacia el valle del Guadalquivir y Valencia.
Cuarta etapa (siglo XIII)
Rápida ocupación del valle del Guadalquivir (Córdoba, Sevilla) por Fernando III el Santo (1252) y de Valencia y las Baleares por Jaime I el Conquistador (1276). Quedará el reducto musulmán de Granada hasta 1492.
La compleja historia política de los reinos cristianos peninsulares
Al avanzar la reconquista Castilla se independizó de León (siglo X, con el conde Fernán González), Portugal de Galicia y Aragón se expandió hacia el sur. PosteriormenteCastilla absorbería a Asturias, a León, a Galicia y parte del Reino de Navarra. Aragónabsorbió al condado de Barcelona y al Reino de Valencia (a principios del siglo XII, Petronila de Aragón contrajo matrimonio con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, y el hijo de ambos Alfonso II fue el primer monarca en heredar los títulos de rey de Aragón y conde de Barcelona) A partir de ese momento la unión de estos dos territorios se conoció como la Corona de Aragón.
Portugal se constituyó como reino independiente en el siglo XII.

Al final de la Edad Media, la península estaba repartida en cuatro reinos cristianos:Castilla, Aragón, Navarra y Portugal y el reino musulmán de Granada.
 




mapa división administrativa Hispania romana


Poco después de derrotar a los cartagineses en la península, Roma decidió incorporar a sus dominios los territorios entonces bajo su control militar, que por entonces incluía todo el levante desde Ampurias a Cartago Nova y la casi totalidad de Andalucía, tanto el valle del Guadalquivir como la zona de las cordilleras béticas y Sierra Morena al norte. Dicho territorio fue dividido en dos provincias separadas por una frontera que discurriría desde el oeste de Cartago Nova hacia el norte, debiéndose repartir los territorios conquistados desde entonces entre ambas provincias. A una provincia la llamaron Ulterior (la más alejada de Roma) y a la otra, Citerior (la más cercana a Roma). El territorio que cada una de estas englobaba fue variando con el tiempo, a medida que Roma conquistaba nuevos territorios ibéricos.
Así durante los primeros sesenta años del dominio republicano sobre las provincias hispanas, desde la división 197 a. C., hasta el fin de las Guerras Lusitanas y Celtibéricas137-133 a. C. aproximadamente, las provincias se mantuvieron más o menos estables englobando cada una:
§                     Hispania Ulterior: Actual Andalucía en su totalidad, partes del sur de la actual provincia de Badajoz y de la Mancha así como el suroeste de la actual de Murcia. Posiblemente también englobaría las zonas portuguesas al este del Guadiana (Moura, Serpa, etc.) y elAlgarve. Su capital fue fijada en Corduba.
§                     Hispania Citerior: Norte y este de Murcia, gran parte de Castilla la Mancha, incorporada a lo largo de este periodo, la zona valenciana,Cataluña, el Ebro y el pirineo aragonés, también incorporado durante estos años. Su capital fue Tarraco.
Al finalizar las guerras Celtibéricas y Lusitanas, el dominio romano sobre Hispania fue ampliado sustancialmente: Extremadura y la mayor parte de Portugal (al sur del Duero) fueron incorporados a la Ulterior, con lo que quedaban conformados los territorios de las dos hispanias ulteriores que se crearon en época augustea, la Baetica en los territorios más antiguos y romanizados de Andalucía y la Lusitania en los recién incorporados territorios de Extremadura y el Portugal al sur del Duero y a la Citerior se le incorporó buena parte de la submeseta norte.
En los siguientes cien años de dominio romano, hasta la Guerra con los astures de Augusto, la frontera solo fue ampliada de manera muy limitada, añadiéndose al dominio romano tan solo los territorios que quedaban por incorporar al sur de la cornisa cantábrica.
En el año 27 a. C., el general y político Agripa hizo un cambio. Dividió Hispania en 3 partes, añadiendo la provincia de Lusitania que comprendía casi todo lo que hoy es 
Portugal (excepto la faja al norte del río Duero) y casi toda Extremadura y Salamanca (actuales).


El emperador Augusto en ese mismo año vuelve a hacer una nueva división que queda así:
§                     Provincia Hispania Ulterior Baetica, más conocida simplemente como Baetica, cuya capital era Córdoba, la antigua capital de la Ulterior. Existe una sustancial continuidad entre los territorios turdetanos y de interacción con los fenicio-púnicos, la ulterior primigenia y la posterior Baetica, centrándose todos estos territorios en torno al valle del Baetis (valle del Guadalquivir) y a las dos zonas que lo delimitan, Sierra Morena y los sistemas béticos, es decir, la actual Andalucía. De hecho en autores como Estrabón, se igualan los conceptos Turdetania y Baetica y se nombra a los habitantes de la Baetica aún como turdetanos (y turdulos). La provincia incluía en un principio la actual Andalucía y la zona sur de la actual Badajoz. Pocos años después, hacia el 4 a. C. Augusto decidió rectificar la frontera entre la Baetica y la tarraconense, añadiendo el este de Jaén, el norte de la provincia de Granada y la zona almeriense excepto el poniente, a la provincia Tarraconense. El río Anas o Annas (Guadiana, de Wadi-Anas) separaba la Bética de la Lusitania en ciertos tramos, mientras que en otros la frontera Baetica discurría bastante alejada del margen izquierdo del Anas.
§                     Provincia Hispania Ulterior Lusitania, cuya capital era Emerita Augusta (Mérida).
§                     Provincia Hispania Citerior Tarraconensis, o sencillamente Tarraconense cuya capital era Tarraco (Tarragona). Los territorios incorporados en las guerras conta los cántabros y astures, fueron incorporados a esta provincia.
Llegando el siglo III de nuestra Era, el emperador Caracalla hace una nueva división que dura muy poco tiempo. Divide la Citerior otra vez en 2 creando la nueva Provincia Hispania Nova Citerior con Gallaecia (aproximadamente Galicia y norte de Portugal) y Asturia(aproximadamente provincias de León, Zamora y Asturias). Esta nueva provincia, cuya creación se relaciona con la intensificación en la explotación de las minas de oro del noroeste peninsular, duró poco tiempo y en el 238 quedó restablecida la Citerior Tarraconensis en su unidad.
Posteriormente, con la reforma administrativa del Imperio que lleva a cabo Diocleciano (284-305), se dividió la antigua Tarraconense en tres provincias: Gallaecia, Cartaginensis y Tarraconensis, cuyos límites exactos se desconocen pues no constan en ninguno de los documentos conservados. Sin embargo, la innovación más importante fue la creación de las llamadas diócesis. Una de ellas fue Hispania cuya capital estaría probablemente en Emerita Augusta. Las cinco provincias antes citadas (Lusitania y Baetica más las tres en las que se había dividido Tarraconensis) fueron integradas en la diócesis, junto con Mauretania Tingitana, al otro lado del estrecho. A finales del siglo IV, las Islas Baleares constituyeron también una provincia independiente (Balearica), desgajándose de la Tarraconensis entre el 365 y 385 d.C.